REPORTE
DE LECTURA: .LA ÚNICA
MANERA DE MEJORAR LOS RESULTADOS ES MEJORANDO LA INSTRUCCIÓN.
Los sistemas educativos con más alto
desempeño reconocen que la única manera de mejorar los resultados es mejorando
la instrucción: el aprendizaje ocurre cuando alumnos y docentes interactúan
entre sí, y por ello mejorar el aprendizaje implica mejorar la calidad de esta
interacción.
Podría definirse la tarea de un
sistema educativo de la siguiente manera: garantizar que cuando un docente
ingrese a un aula cuente con los materiales, los conocimientos, la capacidad y
la ambición de llevar a un niño a superar lo hecho el día anterior. Y nuevamente
el día siguiente.
Brindar excelente instrucción requiere
que los docentes desarrollen un conjunto de habilidades muy sofisticadas. El desafío
consiste en hallar a los mejores educadores y darles un espacio para debatir y
elaborar mejores planes de estudio y técnicas pedagógicas.
También es necesario suministrar a los
miles de docentes la capacidad y los conocimientos necesarios para brindar en
forma confiable la instrucción deseada todos los días, en miles de escuelas, en
circunstancias que difieren notablemente de un aula a la otra, y todo ello con
muy poca supervisión.
Necesario
pero no suficiente.
Para perfeccionar la instrucción, los
sistemas educativos debieron encontrar maneras de cambiar de raíz lo que sucede
en las aulas. A nivel docente, esto implica lograr tres cosas:
ü
Cada
docente debe ser consciente de sus propias limitaciones.
ü
Cada
docente debe informarse acerca de mejores prácticas específicas.
ü
Cada
docente debe estar motivado para realizar las mejoras necesarias.
Muchas de las reformas que estudiamos
no fueron capaces de generar mejoras sustanciales, en gran medida porque no
lograron alcanzar estos tres objetivos simultáneamente.
Las reformas que exponen a los
docentes a mejores prácticas por medio de talleres o materiales escritos, pero
que lo hacen sin que estos conocimientos sean los suficientemente precisos para
que los docentes comprendan como aplicarlos en sus propias clases, también tienen
poco éxito.
Distintos
enfoques.
Los sistemas con alto desempeño
utilizan cuatro enfoques distintos para ayudar a los docentes a mejorar la
instrucción, advertirles acerca de sus puntos débiles, suministrarles
conocimientos precisos de mejores prácticas y motivarlos para llevar a cabo las
mejoras necesarias.
Generación de habilidades prácticas
durante la capacitación inicial.
Muchos sistemas con alto desempeño han
trasladado su periodo de capacitación inicial del profesorado a las escuelas.
Esto les permite generar habilidades prácticas con más eficacia. Por ejemplo,
en Boston se usa el programa de residencia docente, con un año de duración
cuatro días por semana en una escuela. En Inglaterra, dos tercios del tiempo de
los cursos de capacitación se destinan a
práctica docente. En Japón, dos días por semana a entrenamiento persona a
persona en el primer año de capacitación.
Los docentes desarrollan la mayor
parte de su capacidad de instrucción durante sus primeros años de capacitación
y práctica. Las investigaciones demuestran que en Estados Unidos muchos
programas de capacitación docente tienen escaso impacto sobre su eficiencia.
Boston, Inglaterra, Finlandia y Japón
fueron más allá, al aumentar la cantidad de apoyo práctico intensivo brindado a
los nuevos docentes y encontrar formas de asegurar que el apoyo brindado sea
más efectivo.
Incorporación de entrenadores a las
escuelas para dar apoyo a los docentes.
Todos los sistema exitosos, reconocen
que si lo que se busca son buenos docentes, es necesario contar con buenos docentes
que los capaciten, lo que requiere de entrenamiento específico uno a uno en el
aula.
El siguiente desafío consiste en convertir
la capacitación en el trabajo en una herramienta eficaz para mejorar la
instrucción. Docentes experimentados, con conocimientos de capacitación
docente, concurren a las aulas para observar a otros docentes, ofrecerles
retroalimentación, modelar su instrucción y colaborar en la planificación.
La intervención en el entrenamiento
puede llevar a una mejora sustancial de los resultados a corto plazo.
Selección y desarrollo de líderes de
instrucción efectivos.
El entrenamiento es efectivo como
intervención; para lograrlo, algunos sistemas educativos se han asegurado de
que sus líderes educativos sean también “líderes de instrucción” y han puesto
en práctica mecanismos para seleccionar los mejores docentes como directores.
Facilitación del aprendizaje mutuo.
Algunos de los mejores sistemas han
hallado formas para que los docentes tomen enseñanza de sus colegas,
particularmente en Finlandia y Japón, donde los docentes trabajan juntos,
planifican sus clases en grupo, observan las clases de sus colegas y se ayudan
entre sí para mejorar.
La investigación sobre liderazgo
educativo sugiere que “solo la enseñanza en clase influye más sobre el
aprendizaje que el liderazgo educativo”. Alrededor del 97% de las escuelas de
Inglaterra que obtuvieron calificación buena o excelente del ente independiente
que las supervisa están a cargo de equipos de gestión que a su vez también
tienen calificaciones globales buenas o excelentes.
Japón. Grupos de docentes trabajan en
conjunto para pulir las lecciones individuales, planificar, ejecutar y luego
evaluar distintas estrategias de instrucción para alcanzar un objetivo de
aprendizaje específico.
Boston. El horario de los docentes
permite que todos aquellos que dictan la misma materia en el mismo nivel
escolar tengan horas libres juntas. Este tiempo es empleado para planificar y
analizar conjuntamente la práctica docente sobre la base de datos de evaluación.
El objetivo es sacar las diferencias entre las prácticas de instrucción de los
distintos docentes del establecimiento y comprender cómo estas diferencias
impactan sobre los resultados.
Finlandia. Los docentes tienen una
tarde libre por semana para desarrollar el plan de estudios y planificar en
forma grupal. Las escuelas de la misma municipalidad son alentadas a trabajar
en conjunto y a compartir materiales para que las mejores prácticas
identificadas se propaguen rápidamente por todo el sistema.
En general, el desarrollo de líderes
de instrucción eficientes en las escuelas requiere de tres elementos:
ü
Conseguir
a los docentes apropiados para desempeñarse como directores.
ü
Desarrollar
habilidades de liderazgo en instrucción.
ü
Concentrar
el tiempo de cada director en el liderazgo en instrucción.
Conseguir a los docentes apropiados
para desempeñarse como directores.
Para producir líderes educativos
eficientes, los sistemas deben en primer lugar seleccionar a la gente correcta
para ocupar ese lugar.
Los sistemas con más alto desempeño
ofrecen los incentivos apropiados para que los mejores docentes se postulen
para puestos de liderazgo, e implementan procesos efectivos para seleccionar a
los mejores entre todos los postulantes.
Singapur. Los salarios de los directores
son altos, en parte como reconocimiento de las exigencias del puesto, y también
para atraer a los mejores candidatos.
Chicago. Los directores son
seleccionados y empleados por comités escolares individuales, lo que torna más
dificultoso para el distrito el control de la calidad de Singapur.
Desarrollar habilidades de liderazgo
en instrucción.
Los mejores sistemas educativos
implementan un modelo de desarrollo coherente y alineado que ayuda a los
líderes educativos presentes y futuros a desarrollar esas prácticas.
Concentrar el tiempo de cada director
en el liderazgo de la instrucción.
Los sistemas que pretenden emplear a
sus directores como impulsores de reformas prevén que estos se conviertan en
instructores excelentes y destinen la mayor parte de su tiempo a entrenar a los
docentes.
Conclusión.
Todas las experiencias obtenidas de
los sistemas con alto y bajo desempeño demuestran que la manera más efectiva de
conseguir las mejoras sostenidas y relevantes en los resultados a través de
mejoras sostenidas y relevantes en la instrucción. Los sistemas educativos de
Singapur a Inglaterra y de Finlandia a Boston han logrado catalizar fuertes
mejoras en la instrucción que han llevado
a avances apreciables en los logros de los estudiantes.
Han probado ser efectivos porque su
punto de partida está en el entendimiento de qué hace falta para mejorar la
calidad de la instrucción de un docente, y luego desarrollan los mecanismos
necesarios para generar esas condiciones para todos los docentes.
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